domingo, 25 de noviembre de 2012

Libros con "huella"

Comenzaré con un post sobre los libros que me han dejado "huella" desde que llevo siendo lectora, de eso hace ya "bastante tiempo". 

Recuerdo, que con siete u ocho años le pedí a mi abuela que me firmara una autorización para hacerme socia de la biblioteca del barrio, donde, lógicamente, sólo podía entrar a la sección infantil y a partir de ese momento caí en las "redes" del maravilloso mundo de la lectura...  



La Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un grave peligro. La salvación depende de Atreyu, un valiente guerrero de la tribu de los pieles verdes, y Bastian, un niño tímido que lee con pasión un libro mágico. Mil aventuras les llevarán a reunirse y a conocer una fabulosa galería de personajes, y juntos dar forma a una de las grandes creaciones de la literatura de todos los tiempos.

Este libro me impresionó, hasta comencé a escribir una historia, que al final no terminé. El libro en sí ya era una maravilla, compré una versión que estaba escrita en colores y todos los capítulos comenzaban con una letra capital preciosa. No se lo presté nunca a nadie, temía perderlo. Hoy sigue en la estantería de mi salón.


Mamá Elena se ha quedado viuda tras el infarto de su marido. Tiene tres hijas: Rosaura, Gertrudis y Tita. Para mantener la tradición de la familia De la Garza, la hija menor, Tita, está obligada a renunciaar a su propia vida para mantener a su madre durante la vejez. Como los enamorados no pueden casarse, Pedro, busca una manera alternativa para acercarse a Tita. La situación crea represiones y fuertes emociones que se muestran a través de la comida. El libro examina la sensibilidad humana, los efectos de la represión, y la fuerza del amor. Las recetas culinarias son una parte importante del libro y marcan el paso de las estaciones de su vida y la acompañan en su tránsito a una saborasa eternidad.



Se puede decir que me lo leí de golpe, no podía dejarlo. Me atrapo desde las primeras líneas, buscaba cualquier momento para volver a cogerlo y entrar de nuevo en esa casa, en la cocina, para disfrutar de los olores que emanaban de los platos y ser feliz y a la vez desgraciada con Tita. 

 


La buena tierra narra la historia de tres generaciones de una familia de campesinos en la China precomunista. El magistral retrato del orden agrario tradicional y de las rígidas estructuras sociales de la China imperial convive con una pintura hermosa, y a la vez profunda, del alma oriental, del estoicismo de los campesinos frente a la miseria y el hambre y de su vínculo primordial con la tierra, 'aquella tierra de la que sacaban su sustento, de la que estaba construido su hogar y sus dioses'



Kwei-lan, la protagonista de Viento del este, viento del oeste, descubre que hay una vida fuera de China, y tras experiencias familiares se da cuenta de que no es lo mismo ser mujer en occidente que en oriente. Asombrada ante las cosas que capta a través de los ojos de su hermano, de su esposo y de su ilegítima cuñada, Kwei-lan vive en su interior los contrastes de ambas culturas, y se abre para ella un nuevo panorama de posibilidades y de conocimiento. Sin embargo, ella sabe de antemano que su modo de vida no cambiará nunca: primero por ser mujer, seguido por ser china y, por último, por ser hija de los Yang, una familia distinguida y apegada a las antiguas tradiciones.




Una novela sobre la invasión japonesa en China.
Escrita con la misma intensidad que La buena tierra, La estirpe del dragón nos habla de los míseros campesinos chinos, aferrados al terruño, hollado esta vez por el invasor japonés. Una oleada de fuego y de terror avanza por los campos, destruyendo vidas y haciendas. Pueblos enteros han de huir o someterse a la bestial dictadura del conquistador. Surgen guerrillas en la retaguardia invadida, como signo de un espíritu indomable que no se aviene a sucumbir sin lucha. Esta es la novela de la China eterna, de sus hombres y mujeres que por la vida arrastran la muerte en la guerra.




No recuerdo como llegó a mis manos un libro con estas tres novelas de Pearl S. Buck, pero si que me gustó mucho como estaba escrito. La forma de describir el entorno hacía más fácil transportarse a esos lugares. Te sumerge en las tradiciones chinas, tan dificiles de comprender en algunas ocasiones y tan sorprendentes y maravillosas en otras. Nunca he leido un libro dos veces pero creo que volveré a leer estas tres historias, seguro que lo haré.

 

El gran maestro de la narrativa de acción y suspense nos transporta a la Edad Media, a un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una catedral gótica. La historia se inicia con el ahorcamiento público de un inocente y finaliza con la humillación de un rey.


 

 
 
Un mundo sin fin está ambientado en la misma ciudad de Kingsbridge, dos siglos después de la construcción de su majestuoso templo gótico. La catedral y el priorato vuelven a formar la base de esta magnífica historia de amor y de odio, de ambición y de venganza, con el fondo amenazador de la Peste Negra que aniquiló a la mitad de la población europea.Intriga, asesinatos, hambruna, plagas y guerras.






Que puedo decir de estos dos libros, hasta la fecha creo que es la historia que más me ha absorvido, quería que el libro avanzase para que la mala gente pagase por sus vilezas y los buenos tuvieran una vida más feliz y por otro lado no quería que terminase. Me hubiese encantado que fuese La historia sin fin y que cada día, al abrir el libro de nuevo, apareciesen más paginas escritas. Como todos los libros tenía un página que decía FIN...



Cajita y bandejas en decoupage... mis primeros pinitos

Estoy iniciándome en esta técnica, es increíble la cantidad de aplicaciones y usos que se le pueden dar y las cosas tan “preciosas” que he visto hacer por la red.

He comenzado con algo facilito, una caja y unas bandejitas.

El material seleccionado es de Decopatch

Desmonté los herrajes de la caja, la lijé y le di una mano de imprimación, después la pinté de naranja por dentro y por fuera.

Al final me decanté por el papel verde, recorté los círculos, que pegue en la caja con el pegamento Decopach y barnicé.

He de reconocer que las bandejas me dieron más problemas, tuve que quitar la servilleta varias veces, menos mal que era un paquete que compré para navidad y tenía muchas...

Lavé bien las bandejas y quité las dos capas de la servilleta, dejando sólo la primera capa. Encajé la parte del dibujo que más me gustaba y empecé a pegar con el barniz/pegamento de Decopath. Después he descubierto que hay un pegamento específico para servilletas y también lo hay en spray, quizás con ellos sea más fácil, lo probaré en mi próximo trabajo, que es hacer una bandeja grande.
Espero que os guste.

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